Desvariamos un rato haciendo distintos cadáveres exquisitos. Un montón de partecitas que se suponían inconexas se unieron, con la lógica del collage, para resignificar estos fragmentos personales en varias obras colectivas. Sumando la libre interpretación y el anonimato salió la siguiente ensalada:
La noche arrancó con la propuesta de Lali Martínez, quien nos invitó a continuar su obra “El cuco” con tarjetitas donde dibujamos nuestros cucos. En un rato, miedos, broncas, fantasmas y monstruitos cubrieron las paredes (un pintoresco exorcismo) junto a las obras de Lali.
Mientras en la terraza se proyectaban dos pelis de Robert Wiene, “El gabinete de Dr Caligari” y “Las manos de Orlac” (cine expresionista alemán); abajo se largó el cadáver exquisito escrito. Repartimos varias hojas con guiones de diálogo entre tres personajes y referencias de espacio y situación en que se desarrollaban. Por ejemplo “Saludo en la escalera”, “Conflicto en la cocina”, “Persecución en el baño”…
Salieron obras como estas:
Consuelo en el Living:
“…
- Sr. Tibor: nada ansío de nada mientras dura el momento de la eternidad que es todo. Eso me enseño Oliverio en un librito regalado con amor, pero creo que todavía no lo
hice carne porque sigo ansiando todo de todo…inclusive.
- Srta. Olga: amor? De que me habla?, sabría usted lo qué es el amor? Hay mejores cosas para hacer, supe muy temprano eso, al lugar donde ha sido feliz no debiera tratar de volver, no
se acostumbre al bife si no le gusta la sopa.
- Ofidio: acuéstate y levántate rápido, muy rápido… que la vida sorprende…las personas dejan de ser tal…sorprenden. Las ideas dejan de ser tal, sorprenden. Las relaciones dejan ser tales…
sorpréndete…”
Por las escaleras, volviendo a la terraza, Mauro y Lisandro, contrabajo y melódica, improvisaban. Y como de unir partecitas se trataba, a tanta música en vivo se le sumaron los tres personajes. Los espectros eran Srta. Olga (Amiel), Sr. Tibor (Federico) y Ofidio (Juan), quienes actuaron improvisando los textos escritos en el cadáver exquisito.
Escenario de aquello fue una proyección armada por Lisandro, Manuq, Manuel, Ariana. Un montaje de fotos que referían a los citados espacios de la casa e ilustraciones animadas de los tres fantasmitas en situación.
Salieron obras como estas:
Consuelo en el Living:
“…
- Sr. Tibor: nada ansío de nada mientras dura el momento de la eternidad que es todo. Eso me enseño Oliverio en un librito regalado con amor, pero creo que todavía no lo
hice carne porque sigo ansiando todo de todo…inclusive.
- Srta. Olga: amor? De que me habla?, sabría usted lo qué es el amor? Hay mejores cosas para hacer, supe muy temprano eso, al lugar donde ha sido feliz no debiera tratar de volver, no
se acostumbre al bife si no le gusta la sopa.
- Ofidio: acuéstate y levántate rápido, muy rápido… que la vida sorprende…las personas dejan de ser tal…sorprenden. Las ideas dejan de ser tal, sorprenden. Las relaciones dejan ser tales…
sorpréndete…”
Por las escaleras, volviendo a la terraza, Mauro y Lisandro, contrabajo y melódica, improvisaban. Y como de unir partecitas se trataba, a tanta música en vivo se le sumaron los tres personajes. Los espectros eran Srta. Olga (Amiel), Sr. Tibor (Federico) y Ofidio (Juan), quienes actuaron improvisando los textos escritos en el cadáver exquisito.
Escenario de aquello fue una proyección armada por Lisandro, Manuq, Manuel, Ariana. Un montaje de fotos que referían a los citados espacios de la casa e ilustraciones animadas de los tres fantasmitas en situación.
Etiquetas: casas tomadas
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario